Pasaron los Juegos Olímpicos y el rock también fue protagonista. Varias fueron las bandas que se sumaron a la fiesta, excepto ellos, tal vez los más ingleses de todos: The Rolling Stones. Aun así, sus Majestades Satánicas estuvieron presentes, y fue Omega quien los subió al escenario.
Los atletas se van preparando y la música también. Todos quieren empezar; todos sienten los nervios del primer paso, el primer salto, el primer lanzamiento; como el primer acorde. Esperar y desesperar, aguardando el sonido que te dice: “Ahora, es tu momento. Gana.”
canción se llamaba ‘Never Stop’. Luego, en 1978 y con nuevo nombre: ‘Start It Up’, volvió a retomarse en las sesiones del álbum Some Girls, grabando veinte tomas en una noche, sin mejores resultados. También se intentó incluirla en Emotional Rescue, pero un exigente Mick Jagger no quedaba satisfecho y volvía a rechazarla. Finalmente, en 1981, durante la grabación de Tattoo You, el ingeniero Chris Kimsey retoma la vieja cinta y una de las versiones –la única en clave rock-, y propone a la banda grabarla nuevamente, pero esta vez, imprimiéndole aún más el sonido rockero y cambiándo el nombre por ‘Start Me Up’. A partir de ese momento, el tema no dejó de darle alegrías, y mucho dinero, a la banda inglesa.
Las elásticas y gruñidoras guitarras se regrabaron y Jagger gritó una letra nueva sobre una chica que podía hacer llorar a un hombre maduro y revivir a un muerto (…) El imponente riff de tres notas se oía en las radios de los coches por todo Estados Unidos como un trompetazo del pasado. Era la llamada de los Stones para una revisitación leal de los principios clásicos del rock, y su público respondió aupando el sencillo hasta el número #1 durante nueve semanas en EE.UU.1
eso sucede, bueno, ya sabemos… Para mí, es una canción enorme, pero confieso que cansa. Por eso, cuando vi que el nombre del aviso era ‘Start Me Up’ pensé: “mmm… no es una elección muy original”. Claro que tratándose de una marca de la talla de Omega sabía que me podía sorprender.
Y así sucedió, porque si bien reconozco que no puedo ser del todo objetiva a la hora de hablar de mi banda favorita, sí puedo apreciar cuándo hay (o no) armonía entre la imagen y la banda2 de una publicidad, cosa que en este caso funcionó a la perfección, gracias al remix de la canción que realizó especialmente para este aviso el experimentado productor Don Was (un viejo conocido por los Stones).
pero después de un clímax tan intenso, creo que podemos perdonarlo.
letra, que remite a un comienzo, a seguir y a no parar; en definitiva, habla
del tiempo. Y eso es lo que vende Omega: tiempo; tiempo para ganar y
consagrarse en la gloria. Y si hablamos de tiempo, de consagración y de gloria,
definitivamente hablamos de los Rolling Stones.
en la fiesta olímpica? Los Stones sí estuvieron, y fue Omega quien los subió al
escenario.
1 Stephen Davis. “Rolling Stones: los viejos dioses nunca mueren”. Argentina, 2006↩
2 En la jerga publicitaria se refiere a banda sonora o banda de sonido↩
3 Backstage de la grabación comercial Omega↩
4 Los atletas que aparecen en el aviso son “embajadores” de la firma Omega: el clavadista chino Bo Qiu, la nadadora estadounidense Natalie Coughlin, la hepta-atleta
británica Jessica Ennis, el velocista Tyson Gay y la garrochista Jenn Suhr,
ambos estadounidenses, y el nadador sudafricano Chad Le Clos.↩